
En el país, un preocupante fenómeno económico está dejando su huella en los hábitos de consumo de sus habitantes e Ituzaingó no es la excepción.
En medio de un constante aumento de precios en productos básicos, se ha observado una caída del 40% en el consumo de la población. Un análisis detallado de los precios de los productos esenciales revela un panorama desafiante para los argentino. Elementos de «disfrute» como la Coca-Cola (Gaseosas), los snacks y las tradicionales facturas han sido relegados a un tercer plano. En cambio, las compras se centran en lo esencial para la alimentación, especialmente en verduras de temporada y productos de la canasta básica.
Ante esta situación, algunos empresarios supermercadistas locales han expresado su compromiso por mantenerse a flote en medio de la adversidad económica. Sin embargo, la recesión ha alcanzado niveles preocupantes, obligando a estos comerciantes a replantear sus estrategias de venta. Propuestas como promociones de 2×1 o 3×2 en determinados productos, así como la venta de combos a precios reducidos, están siendo consideradas como alternativas para estimular el consumo.
La gravedad del escenario económico no puede ser subestimada, pero la realidad es clara: el bolsillo manda y la gente se ve obligada a priorizar sus gastos. En medio de esta coyuntura desafiante, la comunidad de Ituzaingó se enfrenta a la difícil tarea de adaptarse a una nueva realidad económica, donde la prudencia y la búsqueda de alternativas se vuelven imprescindibles para sobrevivir.